Aunque no suceda muy a menudo en la clínica veterinaria, una perrita puede quedarse gestante. Aunque este periodo (aproximadamente 63 días) no es apenas nada en su ciclo de vida, hay que tener en cuenta algunas consideraciones. Desde Alimentacióncanina os contaremos lo esencial en la alimentación de una perra gestante y en periodo postparto, donde ahora veremos que las necesidades nutricionales no serán las mismas que una perra que no lo está.
Objetivos de la alimentación en perras preñadas o lactantes
El estado de reproducción supone una demanda nutritiva mayor para la perra (y gata). Así mismo, la lactación es un periodo de mucho estrés para la hembra, que precisa unos aportes de energía y nutrientes que pueden llegar a ser hasta cuatro veces mayores que los de mantenimiento.
Durante este periodo una dieta apropiada debe:
- Aportar los nutrientes y energía suficientes para cubrir las necesidades de mantenimiento de la madre (pongamos el caso de una perrita) y de la camada (a veces pueden llegar a tener muchos cachorros, y hay que alimentarles).
- Aportar toda la energía y nutrientes para cubrir el crecimiento y desarrollo el feto durante la gestación y la producción de leche en la lactación.
Debido a que las necesidades nutritivas de la hembra en esta etapa son muy elevadas, el animal debe ingerir una gran cantidad de alimentos, lo que puede llegar a ser un problema. Para evitarlo, se han desarrollado dietas las cuales son;
- Concentradas en nutrientes y sustancias energéticas.
- Palatable para estimular la ingesta.
- Altamente digestible para reducir el volumen.
Necesidades nutricionales en perras gestantes y lactantes
La gestación como antes hemos dicho dura alrededor de 63 días, no obstante, no se observa una ganancia de peso fetal considerable hasta el último tercio de gestación, que es cuando las necesidades energéticas de la perra se incrementan.
Así pues, debe evitarse una sobrealimentación prematura durante la gestación, ya que ello puede producir depósitos grasos no deseados y predisponer a problemas en el parto. Bastará con incrementar gradualmente la cantidad de comida durante la segunda mitad de la gestación.
Un régimen satisfactorio debe aportar semanalmente incrementos del 15% de la ración de mantenimiento de la madre a partir de la quinta semana; lo que significa que a la hora del parto, la madre debe estar ingiriendo un 60% más de comida que antes de ser cubierta por un macho. De esta forma se evita el sobrepeso en el parto y la posible pérdida de apetito.
Respecto a la lactación, en esta etapa la perra debe comer, digerir, absorber y utilizar grandes cantidades de nutrientes para producir leche suficiente y que tenga una composición adecuada para soportar el crecimiento y desarrollo de la camada.
Vamos con un ejemplo práctico. Consideremos que tenemos una hembra de labrador de 28kg con una camada de seis cachorros de cuatro semanas de edad que pesan dos kilos y medio cada uno. En esta época el cachorro necesita una ingesta de energía de unas 500 kcal/día, que obtiene de la leche materna.
La madre por lo tanto debe aportar 3000 kcal en forma de leche cada día (500 kcal por seis cachorros). Eso es 2,3 litros de leche al día. Las necesidades de la madre para realizar esta producción y además mantener su peso y una buena condición corporal será de unas 5500 kcal al día (casi 4 veces las necesidades de mantenimiento).
Nutrientes, la cantidad y calidad de las proteínas afectará a la producción de leche. Por ello se debe asegurar que el aporte extra de alimento es de buena calidad y que no son solo alimentos con un elevado contenido en grasa o carbohidratos.
Antiguamente se creía que las madres en gestación/lactación necesitaban hidratos de carbono para parir y criar cachorros sanos. Sin embargo, posteriormente se demostró que no existían diferencias en la actuación reproductiva entre las madres alimentadas con una dieta sin carbohidratos y las que tomaron una dieta donde los carbohidratos constituían un 11% de la energía metabolizable.
Esto fue debido a probablemente un contenido elevado de proteína en la dieta y se concluyó que, mientras los carbohidratos son fisiológicamente esenciales, no es un componente indispensable de la dieta de madres gestantes y en lactación.
Régimen de alimentación
Durante las primeras etapas de gestación, la perra no requiere ningún tipo de alimentación adicional. No será hasta la quinta semana en adelante, como antes hemos dicho, cuando se le incrementará gradualmente la ración en un 15% por semana hasta el parto.
En muchos casos bastará con aumentar la cantidad de alimento sin variarlo (si este es equilibrado y de calidad). Sin embargo, una madre con una gran camada puede tener el abdomen muy dilatado y tener una actividad reducida, lo que puede hacer que su apetito se reduzca durante la última semana de gestación.
En estos casos es preferible alimentar a la perra dándole diversas raciones pequeñas durante todo el día para alcanzar una ingesta adecuada. La mascota tiene por tanto que tomar alimentos altamente palatables repartido en varias comidas al día e incluso ad libitum. El alimento debería de estar disponible hasta por la noche, siendo imprescindible que el animal siempre tenga agua para beber en cualquier momento.
El destete tiene que ser un proceso gradual y sin traumatismos. Una separación brusca de la madre de sus cachorros puede acarrear problemas. Los cachorros podrían empezar a recibir comida blanda si muestran interés antes del destete, pero la leche materna debe ser la fuente principal de nutrientes hasta que los mismos cumplan mínimo 5 semanas de edad.
Si la perra ha perdido condición corporal durante la lactación, necesitará un alimento adicional para recobrar su peso normal tan pronto se reduzca su aporte lácteo y se complete el destete.
Tipos de alimento para perras gestantes
Durante la gestación y lactación, muchas dietas son adecuadas. Si suele usarse comida húmeda o lata puede ser necesario complementar con más energía en forma de pienso u otros. El uso de alimentos más concentrados como las comidas para cachorros es otro medio que nos permitirá conseguir una ingesta de energía más elevada.
La alimentación de las perras nodrizas normalmente no requiere de una suplementación especial de vitaminas o minerales si es que la dieta es equilibrada y de calidad. El calcio y la vitamina D pueden producir calcinosis en la perra y anomalías en el desarrollo del cachorro.
Evaluación del régimen de alimentación de la perra
Esta evaluación puede llevarse a cabo observando el estado de salud del animal y condición corporal de la perra. Después del parto, la perra recupera peso normalmente, volviendo a su condición corporal original.
La dieta como habéis visto es un pilar fundamental en este periodo crítico de la perrita. Una idoneidad nutricional de la dieta de la madre durante este periodo se reflejará en la salud y el buen desarrollo de los cachorros.
Ejemplos de dietas para perras gestantes y lactantes
Como más arriba hemos dicho, si el pienso que normalmente damos a la perra es de calidad (no piensos de supermercados ni marcas baratas), bastará con aumentar a partir de la quinta semana gradualmente la ración en un 15% por semana hasta el parto (a la hora del parto, un 60% más de comida que antes de ser cubierta).
A medida que va alimentando a los cachorros y estos creciendo, la dosis de comida se tendrá que ir incrementando. Un mes por parto la cantidad debería ser por lo menos tres veces superior a la que tomaba antes de estar preñada.
Será junto a la lactación un periodo de estrés, por lo que es posible que la perra en algunos momentos no quiera comer. Es por esto por lo que puede mezclarse dicha comida de calidad que antes hemos comentado (y que se debería mantener durante toda la vida de la mascota) con comida de cachorro para hacerlo más palatable.
Por tanto, marcas de calidad con las que poder jugar serán: Gosbi, Hills, NFNatcane, Royal Canin, Orijen o Acana entre otras.
Si de por sí dabas a tu mascota comida deshidratada de calidad o comida casera revisada por tu veterinario, lo único que tendrás que hacer es ir subiendo la cantidad tal y como se ha explicado.
Te recordamos que ha de ser el veterinario quien paute la dieta de tu mascota, ya que cada individuo puede tener necesidades alimenticias diferentes. El contenido de este artículo es meramente orientativo y en ningún caso pretende sustituir la opinión de un veterinario.