Alimentación en perros con insuficiencia hepática

En la práctica veterinaria es frecuente encontrarse con pacientes con enfermedad hepatobiliar. Está estimado que alrededor de un 5%, dependiendo del país y patologías. El hígado tiene múltiples funciones en el organismo, tanto nuestro como de nuestra mascota. Por ello cuando se ve afectado este órgano, se ve afectado gran parte de las funciones del animal. Veremos a continuación de qué se trata la insuficiencia y qué soluciones podemos poner.

Importancia del hígado

Como venía diciendo, el hígado es un órgano muy importante. Este cumple importantes funciones en el organismo como el control del metabolismo de carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas, hormonas endocrinas, tiene función inmunológica, detoxificante, digestiva, de almacenamiento.

Cuando este órgano falla, podremos encontrar alteraciones como inflamación, necrosis, fibrosis, degeneración.

¿Cuáles son las causas de la insuficiencia hepática en perros?

El hígado es un órgano muy sensible a alteraciones metabólicas, tóxicas, infecciosas, neoplásicas y circulatorias. Ya que la síntesis de bilis es una de las funciones más sofisticadas del hígado, es una de las primeras en interrumpirse. La ictericia (mucosas amarillentas) es la manifestación clínica de dicha interrupción.

Las causas de hepatitis y por tanto de anormalidades que podemos observar mediante una analítica sanguínea respecto a las enzimas hepáticas (transaminasas) son:

  1. Glucocorticoides. Sobre todo, aumento de la ALP.
  2. Antifúngicos como el ketoconazol.
  3. Anticonvulsivantes: el fenobarbital genera aumento de enzimas hepáticas sobre todo ALP y en menor medida ALT, AST, GGT.
  4. Fallo cardíaco congestivo.
  5. Sustancias químicas: aflatoxinas, metales pesados, amanitas (tipo de seta).
  6. Agentes víricos y bacterianos como leptospirosis, abscesos hepáticos.
  7. Neoplasias hepáticas (primarias o secundarias).
  8. Otras como diabetes mellitus, hipotiroidismo, pancreatitis, septicemia, tromboembolismo, septicemia.

Tratamiento para la insuficiencia hepática canina

Este dependerá de la causa y condición de deterioro en la que se encuentre el hígado. Tendremos varias opciones dependiendo del pronóstico. Aquí os las dejamos. Si hemos descubierto la enfermedad que está detrás de la inflamación hepática, el tratamiento se dirige hacia ella. En el caso de infecciones, el tratamiento será fluidoterapia (suero salino fisiológico preferiblemente), antibioterapia (amoxicilina-clavulánico, metronidazol, ampicilina, o el adecuado si tenemos cultivo). Trataremos la sintomatología.

En caso de que esta insuficiencia hepática aguda esté provocada por fármacos, debemos retirarlos de inmediato. O si se trata de una intoxicación, tratar además esta. Si existe insuficiencia hepática crónica o cirrosis, se utilizan corticosteroides e inmunosupresores ya que el sistema inmune del perro produce anticuerpos contra su propio hígado. Estos serán prednisona o prednisolona durante varios meses combinado o no con azatioprina.

La medicación pretende frenar esta degeneración progresiva, aunque la enfermedad puede evolucionar hacia la cirrosis, trastorno en el que el tejido hepático se daña de manera irreversible. Por lo tanto, el pronóstico es reservado. Este estado de afección del hígado se intentará resolver (llegados a este punto hay pronóstico reservado) mediante la dieta, pilar fundamental en esta y otras afecciones hepáticas.

¿Qué deben comer los perros con problemas hepáticos?

Tanto para el estado terminal de la insuficiencia hepática (cirrosis) como para manejar una insuficiencia hepática aguda, será la dieta una terapia de soporte fundamental y una parte esencial del tratamiento, y no debemos olvidarla.

El tratamiento de soporte va enfocado a la regeneración hepática o al menos a reducir la sintomatología. El objetivo será mantener el equilibrio metabólico mediante la dieta a la par que proveer nutrientes para la regeneración y curación del tejido dañado. Por tanto, podremos fijar tres objetivos;

  1. Corregir y prevenir la malnutrición.
  2. Reducir las necesidades de ¨trabajo¨ hepático y apoyar la regeneración celular hepática.
  3. Evitar la producción de sustancias hepatotóxicas y neurotóxicas.

La anorexia o falta de apetito en las mascotas con insuficiencia hepática es una complicación frecuente, por lo que se debe considerar por parte del veterinario la alimentación ¨forzada¨ para garantizar una ingesta energética y de nutrientes adecuada. Esto puede hacerse mediante sondas de alimentación (en el centro veterinario la pondrán si tras varios días no come).

Cada caso es valorable por el veterinario según el origen y condiciones y avance de la enfermedad. No obstante, aquí os dejo unas pautas dietéticas generales que se tienen que tener en cuenta.

  • Proteínas de fácil digestión y alta calidad. La malnutrición proteica se traduce en una pérdida de masa muscular y en hipoalbuminemia. Un balance proteico y energético negativo favorece la encefalopatía hepática, disminuye la respuesta inmunitaria y aumenta la mortalidad. Mejor proteína vegetal, ahora lo veremos.
  • Rica en fibra (se disminuye la producción de nitrógeno en el intestino, se une a metabolitos tóxicos y mantiene los niveles normales de glucemia). Las fibras fermentables son útiles para el tratamiento de la encefalopatía hepática y las no fermentables actúan regulando el tiempo de tránsito intestinal, previniendo estreñimiento y absorbiendo toxinas.
  • Carnitina: metabolismo adecuado de ácidos grasos.
  • Zinc: posee efectos hepatoprotectores y tiene funciones antioxidantes, por lo que es útil para cualquier perro con alteración hepática.
  • Vitaminas: vitaminas del grupo B, C, E deben mantenerse en niveles adecuados.
  • Antioxidantes: son perfectos para combatir los radicales libres, los cuales desempeñan un papel importante en el desarrollo y mantenimiento de las lesiones hepáticas. S-adenosilmetionina es un ejemplo, y se puede comprar.

Hay que evitar un exceso de proteínas, aportando energía en forma de hidratos de carbono y grasa, ya que esto facilita la restauración de la función normal hepática. Hay que vigilar los niveles de taurina, potasio y vitamina K.

Ejemplos de dietas nutricionales

En la actualidad existen alimentos industriales especializados para perros con insuficiencia hepática. Se trata de piensos o latas cuya composición se adapta perfectamente a las necesidades de los perros que sufren esta afección. Estos alimentos contienen una cantidad moderada de proteína animal de calidad y grasas de fácil digestión.

En cualquier caso, cada perro podría necesitar una dieta diferente en función del daño que haya sufrido su hígado. Por ello, es de vital importancia que un veterinario diagnostique la enfermedad y nos oriente sobre la dieta ideal que debe seguir nuestro perro. Además, si nuestra mascota parece no tener hambre, es probable que haya que recurrir a alimentos húmedos o semihúmedos de alta palatabilidad.

Los alimentos comerciales para pacientes hepáticos contienen bajos niveles de proteína, eso contribuye a los bajos niveles de amonio en sangre. El problema de estas dietas es que no aportan proteína de calidad porque es cara, y esta es indispensable para ayudar a ese hígado a regenerarse.

Una de las claves para la recuperación de los pacientes con problemas de hígado es ofrecer proteína de muy alta calidad y evitar las proteínas de origen cárnico. En este punto, Royal Canin y Hills se contradicen. Estas marcas por lo tanto en este caso nos pueden servir de complemento, pero no como dieta fija única. Para ello nos centraremos en el siguiente punto.

¿Es mejor usar una Dieta casera?

El mejor de los carbohidratos para el perro, sin duda alguna, es el arroz hervido. El perro no necesita cereales como el arroz, es un carnívoro, pero un paciente con problemas hepáticos no debe consumir proteínas cárnicas. Es importante que se incluya algo rico en fibra como el puerro, judías verdes o espinacas.

El problema es que muchas veces no les gustan los vegetales. Si puedes sofreír un poco con grasa de pollo y ajo (les gusta) e intentar dárselos vendrían muy bien. No obstante, hay que evitar el exceso de proteínas de origen cárnico porque contienen nitrógeno que al descomponerse producen amonio, muy tóxico para el hígado. La cúrcuma y el boldo han demostrado en el perro enfermo hepático tener propiedades detoxificantes del órgano, así como de sustancias propias del desecho metabólico.

Te recordamos que ha de ser el veterinario quien paute la dieta de tu mascota, ya que cada individuo puede tener necesidades alimenticias diferentes. El contenido de este artículo es meramente orientativo y en ningún caso pretende sustituir la opinión de un veterinario.