Las personas que tenemos perro sabemos lo habituales que pueden llegar a ser las diarreas. Una diarrea no siempre supone un problema de salud para nuestro perro, pero siempre supone un desequilibrio en la fisiología del cuerpo de la mascota. Para poner un tratamiento que ayude a tratar la diarrea en nuestro perro, debemos localizar el motivo por el cuál la padece, y esto solo lo hace el veterinario. No obstante, conoceremos que la dieta es parte del tratamiento y sin ella no se resolvería dicha diarrea.
¿Por qué los perros tienen diarrea?
Como bien todos sabemos, cuando damos un paseo con nuestra mascota por la calle, les gusta olerlo todo y en muchas ocasiones, comer cosas que se van encontrando. A parte de estos alimentos físicos, hay otros motivos. Puede ser debido a enfermedades víricas o infecciosas. Un virus que ataque al sistema digestivo, o al sistema inmune del animal, provocando así una mayor predisposición a padecer diarreas.
Puede ser causada así mismo por un alimento en mal estado o muy grasiento, a un pienso poco recomendable (de baja calidad), a la ingesta de toxinas, etc. Estos hechos hacen que bacterias en la flora normal del perro proliferen más de lo normal, produciendo así exceso de gas, inflamación intestinal y mala absorción, dando lugar a dicha diarrea.
Muchas enfermedades comunes en perros, tales cómo el moquillo, el parvovirus, Giardia spp (entre muchas otras) pueden ocasionar desajustes intestinales en nuestro perro. Aunque erróneamente se suele pensar que los perros pueden comer de todo, lo cierto es que son tan sensibles cómo lo somos los propios humanos. Como decíamos antes, un perro que haya comido algo en mal estado, caducado, podrido, algo pasado o simplemente algún alimento tóxico para perros, muchas veces padecerá de problemas intestinales que derivarán en una diarrea.
Existen tantas posibles causas que a veces es extraño poder descubrir la correcta, aunque debemos de intentar hacerlo para poder evitarlo en un futuro.
Evolución en la alimentación
Por lo general, a lo largo de la historia los perros al descender del lobo han estado acostumbrados a comer proteína (carne). A medida que se iban domesticando, se han ido haciendo más a otros componentes nutricionales como vegetales (fibra), en cierta medida algunos cereales, etc. Por lo que hoy en día se consideran omnívoros.
Es por esto por lo que su alimentación (ya sea deshidratada, casera, comercial…) debe ser equilibrada y evitar alimentos pobres como un trozo de pan o leche, por ejemplo. Ya que es muy fácil que les produzca un desequilibrio en su fisiología derivando en diarrea.
Por ello, no todos los perros toleran igual los diferentes alimentos y por lo general aún existe cierto desconocimiento en algunos ámbitos sobre lo que un perro puede o no puede comer y sus nutrientes.
Buenas prácticas como propietarios
Aunque la diarrea muchas veces no es evitable, daremos algunos consejos acerca de buena praxis para que hagamos todo lo que esté en nuestra mano como propietarios para evitarla. El exceso de comida también puede ocasionar diarreas, así como el aportarle alimentos (sobre todo muy grasos) que no estén en su menú habitual. Debemos evitar esto así como que en los paseos coma cosas indebidas (hay gente que usa bozal en determinados momentos).
Después, será de vital importancia que cuando vayamos a cambiarle de pienso (en propietarios que usen este tipo de dieta en su mascota) a nuestro perro, lo hagamos gradualmente en 3 días consecutivos. El primer día debemos realizar todas las tomas del día mezclando ambos piensos en proporciones: 75% del pienso antiguo y 25% del nuevo respecto a la cantidad total.
El segundo día, debe estar compuesto en las tomas diarias de un 50% de cada pienso. El tercer y último día de acostumbramiento, debe ser de un 25% de pienso antiguo y un 75% del nuevo (entendiendo que los días siguientes la dieta estará compuesta en un 100% del nuevo pienso adquirido).
Esto es para que no haya un cambio brusco y la diferente composición del nuevo pienso produzca diarrea al no estar el cuerpo del animal acostumbrado al mismo.
Tratamiento para un perro con diarrea
A no ser que el episodio de diarrea sea muy puntual o esporádico y no sea un cuadro grave, hay que llevarle al veterinario para que él nos aconseje. Existen múltiples causas de diarrea como antes hemos visto, y no llevarle a veces puede tener consecuencias serias (sobre todo en cachorros).
El tratamiento suele tener varios pilares. Uno es el farmacológico. El veterinario según las pruebas complementarias que el/ella considere realizar, administrará en consulta y/o para casa una serie de fármacos. Estos suelen ser protectores gástricos, antieméticos, antiespasmódicos, etc.
Otro pilar es la administración de probióticos naturales. Probióticos significa bacterias adicionales beneficiosas para el correcto funcionamiento y desarrollo de la actividad intestinal al formar parte de la microbiota o flora intestinal fisiológica.
Estos pueden venir en forma de pasta (suele hacer efecto más rápido en casos de diarrea) o en forma de sobres espolvoreados en una de las comidas una vez al día. Se recomienda mantener los probióticos durante varias semanas, sobre todo en cachorros que se están desarrollando.
Dieta para perros con diarrea, imprescindible
El último pilar pero no menos importante es la dieta. De hecho, es fundamental en trastornos gastrointestinales en perros al igual que lo es en humanos. Y aquí tenemos varias opciones. Todas hacen referencia a una «dieta blanda» de alta digestibilidad, la cual debe ser aportada como mínimo durante dos días (según experiencia clínica personal).
Tanto si estamos acostumbrados como si no a la dieta casera, una opción será aportar una dieta blanda compuesta de arroz (blanco sin sal y sin condimento) y proteína baja en grasa como puede ser la de pavo/pollo hervido (sin huesos). Será beneficioso complementar con zanahoria y patata cocida para un mayor aporte vitamínico (sin piel ya que la piel es fibra y lo que no queremos es «acelerar» el tránsito intestinal). La buena palatabilidad será esencial si el animal está apático.
La dieta deberá ser baja en grasa (menor al 15% MS) para limitar los efectos de cualquier malabsorción de grasa. Debería así mismo contener gran cantidad de minerales esenciales y generosas cantidades de vitaminas hidro y liposolubles.
Si lo que sueles aportar a tu mascota es un pienso de calidad, te recomiendo que durante estos dos o tres días, le aportes comida húmeda o lata. Las marcas Hills y Royal Canin tienen sus propias latas i/d o gastrointestinal respectivamente que van muy bien para dichos trastornos al ya contener agua en abundancia y todo lo que necesita para volver a formar las heces.
En trastornos gastrointestinales (depende de la causa) como vómitos o diarrea, suele venir bien a primera instancia realizar unas horas de ayuno. Tras las mismas, iremos progresivamente metiendo alimento de fácil asimilación como los antes descritos y lograr un aporte de cuatro tomas al día, para una mejor asimilación.
Normalmente casos de simple enteritis (inflamación intestinal) con tres días de dieta y luego vuelta progresiva a su alimentación habitual suele ser suficiente. No obstante, me gustaría recordar que esto es una guía y debe tomarse como tal. En ningún caso sustituyendo a la opinión y práctica de vuestro veterinario.