Es cierto que la entomofagia (o consumo de insectos) está poco a poco cogiendo más peso y relevancia en la sociedad. Esto es así tanto en la dieta humana (más desarrollado) como en la dieta animal. Este hecho es debido a varias razones que más tarde veremos. En este artículo expondremos el motivo por lo que la entomofagia está de moda, los beneficios que aporta y la forma de incluirlos en la dieta de nuestras mascotas.
Consumo de insectos
Los insectos constituyen el 80 % del reino animal y hay más de un millón de especies distintas, de las cuales más de dos mil son consumidas. Sin embargo, solo unas pocas especies de insectos se han criado especialmente para ello en occidente; incluidos los grillos, moscas de los soldados negros, los gusanos de la harina, etc.
Los insectos forman parte de la alimentación tradicional en muchas culturas de África, Asia y América Latina. Según un informe de la FAO, la organización de la ONU para la alimentación y la agricultura, indica que aproximadamente más 2000 millones de personas comen regularmente insectos comestibles. De hecho, los insectos ya están incluidos como nuevos alimentos en el Reglamento de la Unión Europea (UE) 2015/2283,
Una de las razones de mayor peso por la que la demanda de la entomofagia aumenta cada vez más es que debido al exponencial aumento de la población en el planeta, se está tendiendo a buscar otras fuentes de proteína menos contaminantes y degradantes al medio que las que actualmente conocemos.
El consumo de insectos presenta grandes ventajas ambientales: son mucho más eficientes (ya que crecen muy rápido y no usan mucho espacio), utilizan mucha menos agua y no generan tantos gases como la ganadería.
Además, los insectos plantean un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas (enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos) como la gripe aviar o la enfermedad de las vacas locas. Esto se está aplicando recientemente en occidente tanto en la dieta humana como en la dieta animal.
Beneficios de la proteína de insecto en la alimentación canina
Las proteínas son necesarias para el crecimiento, la reparación y la continua renovación de los tejidos corporales de los perros. Por ello, es necesario incorporarlas a lo largo de la vida de nuestra mascota.
Debido al elevado contenido en proteínas que en general los insectos tienen (40-50 gramos de proteína por 100 gramos de insecto) y nutrientes de alta calidad, se han convertido en una opción a tener en cuenta. Y es que, en relación al tamaño de los mismos, la cantidad de proteína es mucho mayor que la de otras fuentes animales como carne y pescado.
Exponiendo datos concretos; la carne contiene 16-22 gramos de proteína/100gr, el pescado 18-20 gramos de proteína/100gr y el huevo 12-15 gramos de proteína/100gr. No obstante, este hecho no quita que se tengan que ingerir grandes cantidades (por su pequeño tamaño) para llegar a un nivel de proteínas adecuado.
La mayor parte de las especies de insectos contienen niveles elevados de ácidos grasos (comparables con el pescado). También son ricos en fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y zinc.
Por poner un ejemplo, la grasa sacada del gusano de la harina es muy rica en ácidos insaturados, los ácidos grasos positivos para las mascotas, por lo que podría ser comparada al aceite de oliva o al aceite de girasol.
Sus grasas son ricas en ácidos grasos monoinsaturados, poliinsaturados y frecuentemente contienen ácidos linoleico y alfa-linoleico, de gran interés para el desarrollo del cachorro y la prevención del deterioro cognitivo en perros geriátricos. Son proteínas con alta digestibilidad, son fácilmente digeribles y rara vez ocasionan problemas relacionados con el sistema digestivo.
¿Son todo ventajas?
Aunque como hemos visto, su consumo tiene muchos beneficios, pero hay algunos inconvenientes también. Por ejemplo, en cuanto a la manera de presentación en la dieta de insectos, la calidad y cantidad de lípidos de los insectos varía según la forma de procesado. Como todo, cuanto más natural sea la forma de presentación así como el proceso del producto, más nutrientes conservará.
En otros países se aprovecha más la forma natural de presentación de estas especies, pero en occidente todavía estamos reticentes a usar los insectos en la dieta en su forma natural, por lo que la forma más común hasta el momento es en forma de harinas.
Así mismo, hoy en día en países de occidente al no estar tan desarrollado su consumo como en países asiáticos, sudamericanos o africanos, la idea de sostenibilidad que anteriormente mencionábamos se desvanece al tener que importar gran cantidad de insectos de dichos países.
¿Cómo usar proteína de insectos en Mascotas?
Como antes hemos visto, pueden darse en su forma natural, o en forma de derivados como son las harinas. Estas últimas pueden incluirse en el pienso para perros.
Normalmente, para la elaboración de estos piensos se emplean insectos en sus estadios larvarios, los cuales se someten a un tratamiento térmico y se trituran hasta conseguir dicha harina.
Por el momento, al no haber tenido mucho contacto dicha dieta con las mascotas, el pienso a base de insectos puede ser considerado hipoalergénico, por lo que tiene muy poco potencial alérgico. Esto se demostró en un estudio realizado en 2018 en el que se concluyó que podría ser una alternativa interesante en perros con intolerancia alimentaria.
Como conclusión, por el momento no es algo de uso cotidiano, pero no se pone en duda que tiene un gran potencial en un futuro no muy lejano por sus múltiples beneficios como para la salud de la mascota como para el medio ambiente.