FOS Y MOS

Puede que estas dos palabras escritas abreviadas no nos suenen de primeras. Pero vamos a ver que desglosadas sí son más conocidas. Dado que cada vez se invierte más en el mundo de las mascotas, los profesionales no dejan de investigar y estudiar para mejorar la calidad de vida de las mismas.

Desde Alimentación Canina, os describiremos de qué se trata los FOS Y MOS, de cómo están incluidos en los piensos, así como las propiedades y beneficios que estos aportan. Explicaremos también si tienen alguna desventaja.

¿Qué significa FOS y MOS?

FOS Y MOS quiere decir fructo-oligosacáridos y manano-oligosacáridos respectivamente. Se tratan de prebióticos. Los prebióticos son una clase de alimentos funcionales definidos en 1980 como ingredientes de la dieta no digeribles por nosotros o por las mascotas que son utilizados por la microbiota o flora intestinal.

Los fructooligosacáridos (FOS), también llamados oligofructosa o oligofructanos, es un grupo de sustancias formadas por una cadena de monómeros de fructosa, usualmente entre 10 y 20. Químicamente se pueden considerar derivados de la inulina, cuya degradación es de los principales métodos de obtención de FOS a nivel industrial. El ejemplo más típico de FOS es la 1-kestosa.

Básicamente podríamos decir que son alimentos para la flora intestinal lo cual tiene efectos beneficiosos ya que esto estimula el crecimiento de una o más especies de dichas bacterias presentes en el tracto intestinal aportando efectos positivos para el huésped logrando una mejora en la salud y el bienestar del mismo. Así mismo, los prebióticos están presentes en los alimentos ricos en fibra, como frutas, vegetales y granos integrales.

Por tanto, FOS Y MOS son ingredientes alimentarios no digeribles que llegan hasta el intestino grueso de nuestro perro donde son convertidos por las bacterias en elementos que tienen un efecto beneficioso en el tracto gastrointestinal. Esto tiene un efecto positivo en el funcionamiento del intestino y por tanto del propio organismo. Al estimular el crecimiento de las bacterias buenas, se crea una salud intestinal óptima.

A diferencia de los prebióticos donde se aporta alimento para la proliferación de bacterias, el aporte de probióticos es directamente la adición de bacterias beneficiosas que viven normalmente en el intestino, con efectos positivos muy similares entre ambos conceptos.

Beneficios de FOS y MOS para los perros

Los efectos beneficiosos de los prebióticos están profundamente estudiados desde hace años y se ha visto que el pronto aporte desde que son cachorros aporta una inmensidad de beneficios desde una temprana edad, lo que hará que de adulto sea menos predisponente a padecer ciertas patologías.

Al hacer que indirectamente proliferen bacterias de la flora intestinal, disminuye el número de microorganismos potencialmente patógenos. Por otra parte, estimulan FOS Y MOS el sistema inmune de la mascota, aportando protección contra patógenos como virus y bacterias.

Otro de los beneficios de los prebióticos es que favorecen la síntesis de ciertas vitaminas, así como la absorción de algunos minerales como el calcio y el magnesio. Reducen el colesterol sanguíneo, los triglicéridos y la hipertensión, principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Ayudan así mismo a dar consistencia a las heces, mejorando la regularidad intestinal. Esto hace que disminuyan los episodios de estreñimiento y diarreas.

Otro de los beneficios es que reducen los síntomas y ayudan a tratar la enfermedad crónica intestinal o IBD. Algunos estudios dicen que pueden llegar a reducir el riesgo de padecer cáncer de colon. También se ha asociado el consumo de prebióticos con menos riesgo de alergias.

Por otro lado, los prebióticos podrían contribuir a la prevención de enfermedades metabólicas como la diabetes o la obesidad, ya que como señala un estudio publicado en British Journal of Nutrition, su ingesta reduce la glucosa en sangre tras la ingesta así como la saciedad, por lo que también podría ser beneficioso su consumo al momento de perder peso por parte de nuestra mascota. Todos estos beneficios los pueden aportar debido a que resisten la acidez gástrica así como la digestión ocasionada por enzimas propias de los mamíferos como pueden ser los perros.

¿Qué alimentos contienen estos FOS Y MOS?

Aunque antes en apartados anteriores hemos citado en general alimentos donde podríamos encontrarlos, vamos a profundizar más en ello en este punto. Algunos de los alimentos que contienen estos prebióticos son:

  • Avena, cebada y centeno que son fuente de oligosacáridos varios e inulina que tienen efecto prebiótico.
  • Plátano, boniato y maíz que son fuente de almidón resistente y otros oligosacáridos que resisten la digestión y absorción gastrointestinal.
  • Legumbres que son fuente de rafinosa y estaquiosa, dos tipos de carbohidratos que no se digieren ni absorben por lo que forman parte de lo que denominamos almidón resistente.
  • Espárrago, alcachofa y achicoria que son ricos en inulina.

Por tanto, FOS y MOS pueden ser aportados en forma de alimento por separado, aportando algunos de los alimentos antes citado en la dieta de nuestro perro, por ejemplo, en dietas caseras o bien ya incluidos en los propios piensos comerciales, ya que hay una amplia gama de marcas que ya los incorporan.

¿Tienen alguna desventaja los FOS y MOS?

Como bien hemos visto, contienen muchísimos beneficios los prebióticos FOS y MOS. Pero, ¿tienen algún contra? La respuesta es sí, tienen pocas desventajas pero las hay. Por ejemplo, el exceso de FOS en la dieta se ha relacionado con algunos efectos secundarios. Entre los más comunes están la producción excesiva de gas, dolor abdominal e irritación de la mucosa intestinal. No obstante, esto no es fácil que ocurra, ya que se tendrían que ingerir cantidades diarias considerables (mayores a cinco gramos) para que se produzcan en nuestra mascota.

FOS en general estimulan el crecimiento de bacterias consideradas beneficiosas, pero también pueden ser fermentados por otros tipos de bacterias, por ejemplo por Escherichia coli o por varias especies de Klebsiella y de Clostridium, bacterias no beneficiosas cuyo sobrecrecimiento puede impedir el desarrollo de una flora intestinal sana y llegar a producir cuadros infecciosos. Sin embargo no es algo común que ocurra.