¿Qué pasa si un perro come Uvas?

Blancas, tintas, con o sin pepitas, frescas o secas las uvas son una fruta habitual en la dieta de los humanos. Por eso no es raro que queramos compartirlas también con nuestro perro. Pero, ¿son buenas para él? A continuación te explicamos por qué no deben comer uvas los perros.

Las uvas son tóxicas para los perros

Las uvas nos parecen un alimento inofensivo e incluso es posible que hayamos compartido alguna con nuestro perro. Hay personas que las consideran un premio saludable y natural. Pero lo cierto es que pueden resultar muy peligrosas para esta especie, de ahí que no debamos ofrecérselas en ningún caso.

Esto se debe a que las uvas, en cualquiera de sus presentaciones, contienen en su composición algunas sustancias que resultan dañinas para los perros. El problema es que no se sabe exactamente cuáles son ni en qué cantidad están ni cómo actúan en el organismo del animal. Por eso algunos perros enferman con una única uva, mientras que otros necesitan comer grandes cantidades para intoxicarse.

Se sospecha que la causa puede ser una micotoxina, es decir, una sustancia producida por un hongo. Pero también pudiera ser una sustancia similar a la aspirina y capaz de afectar a la irrigación sanguínea de los riñones. En cualquier caso, esto es lo que explica por qué no deben comer uvas los perros y por qué es mejor evitarlas por completo, ante la dificultad de establecer una cantidad segura igual para todos los ejemplares.

¿Qué cantidad de Uvas es venenosa para un perro?

Puede que una uva de vez en cuando no suponga ningún problema para la salud de nuestro perro, pero hay que saber que existe un riesgo y que este es mayor cuanto más grande sea la cantidad ingerida. En general, la dosis que se considera tóxica es de unos 32 gramos por kilo de masa corporal del perro. Pero algunos ejemplares pueden intoxicarse con que coman tan solo una uva. Además, hay que saber que las uvas pasas también son tóxicas, a razón de 11-30 gramos por kilo, ya que las toxinas están más concentradas.

¿Qué le sucede a un perro tras la ingestión de uvas?

Si el perro consume una cantidad de uvas suficiente como para provocarle una intoxicación o es sensible como para que le afecte solo una, sufrirá una intoxicación, que es lo que explica por qué no deben comer uvas los perros. Esto es igual para todas las variedades de uvas y no influye que tengan o no pepitas o piel.

Las toxinas de las uvas primero afectan al sistema digestivo, pero acaban repercutiendo en la salud de los riñones, provocando un fallo en su funcionamiento. Los signos clínicos que presentará un perro intoxicado por uvas son los siguientes y deben ponernos en alerta:

  • Vómitos y diarrea poco tiempo después de haber comido las uvas.
  • Debilidad, según pasan las horas.
  • Pérdida o disminución del apetito.
  • Polidipsia, es decir, un aumento considerable de la sed.
  • Dolor en el abdomen que podremos detectar si lo tocamos.
  • Letargo.
  • A los dos días de haber consumido las uvas se produce un fallo renal agudo. Podremos apreciar deshidratación, un olor particular en el aliento y un aumento, una disminución o la ausencia total de eliminación de orina.

Qué hacer si mi perro comió uvas

Una intoxicación por uvas es grave, lo que explica por qué no deben comer uvas los perros. Esto quiere decir que si sabemos o sospechamos que nuestro perro ha ingerido uvas, independientemente de su cantidad, hay que acudir de inmediato a un centro veterinario. Es necesario iniciar un tratamiento rápido y eficaz. Es un tratamiento general, ya que no existe un antídoto específico.

En primer lugar, el veterinario debe inducir el vómito si el perro ha comido las uvas hace menos de dos horas. También se puede recurrir a la administración de carbón activado y al lavado de estómago. El objetivo es evitar al máximo la absorción de las toxinas, por eso es fundamental acudir a la clínica cuanto antes. Es más recomendable que sea el profesional quien realice estos pasos.

Además, es importante iniciar un tratamiento de fluidoterapia para animar a que el perro orine e intentar evitar que llegue a producirse el fallo en los riñones. Si ya hay daños a nivel renal y el perro no consigue orinar por sí solo o lo hace en muy pequeña cantidad, el pronóstico será reservado. Siempre habrá que pautar un seguimiento en el veterinario. Por desgracia, el consumo de uvas puede llegar a provocar la muerte del perro.

Cómo evitar la intoxicación por uvas en perros

Ahora que ya sabes por qué no deben comer uvas los perros, lógicamente, para prevenir una intoxicación nunca se las des ni las dejes a su alcance. Pero también hay que prestar atención a algunos productos que pueden contener uvas o pasas y que podrían resultar igualmente tóxicos. Por ejemplo, galletas o panes. Para evitar sustos, lee siempre con atención las etiquetas.