La alimentación en el pelo y piel de nuestro perro

Cuando tenemos una mascota, siempre intentamos buscar lo mejor para él, los mejores juguetes, la cama de mayor calidad, sacar el máximo tiempo de nuestro día para disfrutar en el parque de él… Pero quizá nos saltamos un paso muy importante y crucial: la alimentación.

Y es que, al igual que con los humanos, la salud está arraigada a una buena alimentación. Por ello, en nuestros perros no es diferente, de hecho, el pelo, las uñas y la piel de nuestro perro dependen en gran parte del pienso que coman.

Datos clave sobre el pelo y piel de tu perro

Al contrario que con nosotros, los suplementos alimenticios para perros no siempre ayudan a su pelaje y a su piel. En ocasiones, solo se recomienda darles estos complementos cuando tienen síntomas como caída del cabello o cualquier otra circunstancia por la que esté pasando la mascota. Pero lo importante es no abusar de estos suplementos alimenticios.

Para cuidar bien del pelaje de tu perrito y que no le salgan sarpullidos en la piel, se le caiga excesivamente el pelo o pierda brillo, es clave que el pienso sea el correcto. No solo estamos hablando de marcas, sino de los componentes de la comida

Debes encontrar un pienso que pueda proveer todos los nutrientes necesarios que tu mascota necesita. De hecho, la pérdida de pelaje o la dureza del mismo dependen, en gran medida, de encontrarle el pienso adecuado.

Enfermedades causadas por una mala alimentación

Una mala alimentación o una aportación de suplementos que no sean los adecuados, pueden llegar a ser malos para el pelaje y piel de tu mascota, pero también pueden llegar a ocasionar alteraciones en su organismo bastante graves poniendo en riesgo su vida.

Para evitar esta situación, es de vital importancia conocer qué alimentación es la correcta para nuestro perrito, de lo contrario, una mala elección o administración puede llegar a causar enfermedades como la diarrea, gastritis, obesidad, alergia o inflamación estomacal, entre muchas otras.

Cómo saber si estamos aportándole a nuestra mascota una alimentación correcta

A la hora de tener un cachorro, es importante informarse de todo lo relativo a la actividad que necesita, su cuidado y su alimentación. Dependiendo de la raza se le suele dar una cantidad u otra pero lo que sí es importante para todas es que el pienso elegido le aporte todos los nutrientes y vitaminas para un correcto funcionamiento de su organismo y cuidado de su pelaje y piel.

Por ello, deberás revisar que el pienso elegido le aporte las suficientes proteínas, ya que van directamente al pelo y a la piel y resultan ser un componente esencial para mantenerlos sanos y fuertes.

También los ácidos grasos son un factor para cuidar la piel de nuestra mascota, sin olvidarnos del zinc, que es importante para dar mayor brillo y color al pelo y de la biotina, la cual también reduce considerablemente la descamación de la piel.

Si seguimos estos datos nutricionales más los consejos de nuestro veterinario de confianza, podremos estar seguros de estar aportándole a nuestra mascota una alimentación sana y correcta para el funcionamiento de su organismo y cuidado de su pelaje y piel.

Cómo influyen los alimentos humanos a nuestro perro

Por lo general, solemos pensar que nuestras mascotas pueden consumir los mismos nutrientes que nosotros y la realidad va mucho más lejos. Lo cierto es que la alimentación de nuestro perro es un tema bastante complicado.

Hay que ponerle una atención especial a los nutrientes, a la cantidad que se le proporcione todos los días, al uso correcto de los premios y a lo que pueda coger del suelo. Todos estos factores influyen en la salud, pelo y piel de nuestro perro.

Uno de los errores más frecuentes en la nutrición de nuestras mascotas es darles de comer alimentos no aptos para su consumo creyendo que no les supondrá un cambio enorme.

El chocolate es, sino el más nocivo, uno de los clave que influyen de manera insana en el organismo de tu perrito. Las uvas, la cebolla, las nueces o frutos secos en general, el aguacate o la cafeína, son otros de los alimentos que, se los demos directamente o lo consuman porque se nos ha caído al suelo, pueden ser perjudiciales.