Grasas

En esta tanda de artículos sobre los nutrientes esenciales es el turno del que posiblemente sea el más estigmatizado de todos: la grasa, lípidos o aceites. Esta mala reputación que pesa sobre este nutriente es a causa del que es sin duda el problema de salud más frecuente de las mascotas: la obesidad. Esto ha generado una ola de informaciones no veraces que intentaremos cribar aquí.

¿Qué son los lípidos?

Son moléculas no solubles en agua formadas mayoritariamente por oxígeno, hidrógeno y carbono. En tamaño son más pequeñas que los hidrocarburos complejos y que las proteínas. Sin embargo, pueden agruparse gracias a las interacciones no covalentes entre las moléculas y a su insolubilidad en agua.

Al igual que todos los nutrientes, el organismo no las puede generar en cantidades suficientes, por lo que necesitará un aporte externo. Una particularidad de este nutriente es que es capaz de almacenar mucha energía en un volumen muy pequeño respecto a los hidrocarburos y las grasas. Iremos desarrollando las implicaciones de este suceso.

¿Para qué sirven los lípidos?

Las utilidades de estos compuestos dentro del cuerpo son tremendamente importantes. Pese a que la más conocida es la de formar el panículo adiposo, tiene muchas más que son imprescindibles para el funcionamiento de un organismo vivo:

  • Forma las membranas celulares de todas las células del cuerpo.
  • Hormonas como la testosterona o el cortisol son de naturaleza lipídica.
  • Almacén energético: Gracias a su capacidad de almacenar grandes cantidades de energía en poco espacio, es una sustancia ideal para esta función. Mientras que las proteínas y los hidratos de carbono proporcionan 4 kilocalorías por gramo, las grasas dan más del doble: 9 kilocalorías por gramo.

Por esto necesitan el aporte externo de estos nutrientes.

Clasificación de los lípidos

Este grupo de nutrientes (a grandes rasgos) se divide en:

Saponificables

  • Triglicéridos: Formados por uno a 3 triglicéridos unidos por una molécula de glicerina.
  • Ácidos grasos.
  • Saturados: Estos no tienen ninguna insaturación o doblez en su cadena carbonada. Estos forman mantecas en estado sólido a temperatura ambiente.
  • Insaturados.
  • Monoinsaturados: Tienen una insaturación o doblez en su cadena hidrocarbonada.
  • Poliinsaturados: Tienen más de una doblez en su cadena hidrocarbonada.
  • Omega 6 y Omega 3: Estos son un tipo de ácidos grasos los cuales son esenciales. La categoría de 3 o 6 depende del número de carbonos que pasan entre el final y la primera doblez.

No saponificables

  • Derivados en su mayoría del ciclopentanoperhidrofenantreno. Entre estos se encuentran el colesterol y otros esteroides. También se encuentran las vitaminas liposolubles: A, D y E.

Necesidades de lípidos

Este se ha colocado tras la clasificación para poder entender qué significa cada nutriente. Las necesidades expresadas en porcentaje de la alimentación serían:

Nutriente Mantenimiento adulto Crecimiento precoz Crecimiento tardío
Lípidos totales 5,5 8,5 8,5
Ácido linoleico (Omega 6) 1,53 1,3 1,3
Ácido araquidónico (Omega 6) No hay necesidades descritas. 0,03 0,03
Ácido alfa-linoleico (Omega 3) No hay necesidades descritas. 0,08 0,08
DHA+EPA No hay necesidades descritas. 0,05 0,05

Calidad de los lípidos

La calidad del lípido individualmente tratada es muy difícil de cualificar ya que todos en cierta medida son necesarios. Esta viene determinada más bien por la proporción que guarden los distintos tipos entre ellos.

Según el tipo de lípido las características son:

  1. Saturadas: Su función es energética y fisiológica para sus distintos destinos metabólicos. Son las últimas grasas en “quemarse”.
  2. Monoinsaturadas: Tienen más facilidad para ser “quemadas” que las anteriores, pero a cambio son más sensibles a la oxidación.
  3. Poliinsaturadas: Estas son explícitamente esenciales, distinguimos principalmente entre los omega 3 y 6, que son precursores de unas moléculas llamadas eicosanoides.

La fuente de grasa puede ser orientativa, pero con ciertas limitaciones:

  • Grasas animales: Tienen tendencia a ser saturadas, sin embargo depende mucho de la alimentación del animal. Podría asumirse que los animales de producción ecológica tendrían más grasas insaturadas, pero no llegarían a ser predominantes.
  • Grasas vegetales: Suelen ser líquidas a temperatura ambiente, por lo que son monoinsaturadas como el ácido oleico y poliinsaturadas, en general de la serie omega-6.
  • Aceites de pescado: Estos son muy ricos en ácidos grasos poliinsaturados, en especial en omega 3.

Otro aporte interesante para determinar la calidad de los lípidos es la cantidad de antioxidantes, siendo el más importante la vitamina E. La oxidación de los lípidos es un proceso más vulgarmente conocido como enranciamiento. Las grasas oxidadas resultan nocivas y no cumplen funciones fisiológicas. Además alteran drásticamente el sabor del producto. Cuanto mayor sea el grado de insaturación, mayor será su sensibilidad a la oxidación.

Ácidos grasos Omega 3 y 6

Estos son los precursores de unas sustancias llamadas eicosanoides que son sustancias que participan en la respuesta inflamatoria con distintas acciones, desde la vasodilatación específica al reclutamiento de células inmunológicas.

La diferencia entre estas es que unas tienen su primera insaturación a 3 carbonos del final y los otros a 6. A partir de aquí es todo relativamente similar, ya que ambos tienen el mismo enzima como sustrato y siguen la misma ruta metabólica, pero al ser moléculas distintas, tienen productos distintos. En líneas generales, se denominan a los productos de los Omega 6 eicosanoides de las series 3 y 5 y los de los omega 3 de las series 2 y 4.

La diferencia entre estos explicada brevemente es que los productos de los omega 6, pese a ser necesarios, pueden favorecer un respuesta inflamatoria excesiva. Por su parte, los productos de los omega 3 favorecen la resolución de la respuesta inflamatoria, por lo que son útiles para ayudar en la terapéutica de un sinfín de enfermedades.