Fibra

Los hidratos de carbono o hidrocarburos se dividen en estructurales y no estructurales según el tipo de enlace que une los monosacáridos entre sí. Mientras que los no estructurales son fuente de energía, los estructurales no son digestibles. Entre estos encontraríamos los que forman parte de la propia del tallo, las hojas y la corteza de algunos frutos. Como ya se ha dicho son indigestibles, pero no por ello inútiles. Estos forman parte de lo que se denomina fibra, la cual tiene unas implicaciones en la dieta muy importantes.

¿Qué es la fibra en la alimentación?

Hay varias definiciones según lo que se considere fibra:

  • La fibra son los hidratos de carbono estructurales que forman parte de los vegetales.
  • La fibra son todas las partes indigestibles del alimento, las cuales no necesariamente tienen por qué ser solo hidratos de carbono no estructurales sino que pueden entrar otros componentes.
  • La fibra es la parte que mediante el método Weende sobrevive a la acción de un ácido y una base fuertes, método por el cual se determina la cantidad de fibra.

En resumidas cuentas, es una parte del alimento la cual no es digestible. Esta se clasifica en función de si es fermentable o no o de si es soluble o no.

¿Para qué sirve la fibra?

Una parte del alimento la cual es imposible que se digiera nos puede resultar muy inútil con esta premisa, sin embargo, esto no es así.
La fibra en la dieta aumenta la motilidad o movimiento intestinal y contribuye a su correcto funcionamiento. Esto resulta beneficioso para evitar la constipación intestinal y fermentaciones anormales en el colon.

También dentro de la fibra, hay algunas que son fermentables y pueden actuar como prebióticos de ciertas poblaciones de la microbiota intestinal. Además estas, como producto de su fermentación dan ácidos grasos de cadena corta, los cuales dan algo de energía (pero se considera despreciable por la escasa cantidad que aportan).

Su uso principal sin embargo, va enfocado a las dietas y los alimentos hipocalóricos como veremos más adelante. En líneas generales estas se dividen en alimentos light, los cuales están pensados para animales en mantenimiento que o bien tienen tendencia a coger peso o no se quedan saciados y las dietas de adelgazamiento de prescripción para casos más graves de obesidad.

Necesidades de fibra en perros

Al igual que sucede con los hidratos de carbono, los perros no tienen necesidades registradas de fibra, es decir, que pueden vivir sin ella. Lo cual no quiere decir que sean nocivos o inútiles. En un estudio realizado para conocer la composición de las presas que cazan los felinos pequeños en libertad se vio que bajo los métodos analíticos estandarizados, tenían un 2% de fibra. Esta es poco probable que se deba al contenido estomacal de la presa ya que es un porcentaje muy grande y se achaca a determinadas partes incomestibles tales como restos de tendones, colágeno u otros tejidos.

Por lo que se establece en este porcentaje la cantidad de fibra de muchos alimentos del mercado, en torno al 2 o 3%. No es raro ver que este porcentaje sube al 6 en determinadas formulaciones para poder reducir su densidad calórica.

El mejor indicativo para saber si la cantidad de fibra es correcta es la consistencia fecal. Si esta es líquida o las deposiciones han aumentado en cantidad o frecuencia sin que sea un estado patológico, una excesiva cantidad de fibra puede ser la causante.

A su vez, este problema puede provenir de la fuente de fibra más que de la cantidad, no obstante, para obtener el cese de este estado, la estrategia más segura para el éxito es reducir la cantidad.

La fibra en las dietas de pérdida de peso

El hecho de que sea una materia comestible que no aporta energía la hace tremendamente interesante para aumentar el volumen de la comida sin aumentar sus calorías. La saciedad se rige por varios factores, entre ellos la distensión gástrica, por lo tanto, el aumento del volumen de comida con menos calorías es muy interesante en un perro obeso.

Para hacernos a la idea de la importancia de esto debemos pensar en la importancia de la obesidad entre nuestros perros. Se calcula que entre el 33 y 53% de los perros en los países desarrollados padecen esta enfermedad sin otra causa que no sea una ingesta calórica excesiva.

Otro aporte interesante que tiene es que mientras la fibra insoluble acelera el intestino, la soluble retrasa el vaciado del estómago. Esto es interesante porque influye en la absorción del azúcar en sangre haciendo que esta sea más lento, lo cual también contribuye a la saciedad.

Su acción prebiótica también influye en la saciedad a largo plazo, ya que el predominio de ciertas poblaciones también contribuye a la saciedad. Este efecto resulta muy beneficioso en animales obesos.