El tomate crudo o en salsa es un ingrediente muy popular en la cocina tanto para ensaladas como para platos preparados, como la pasta o los sofritos. Pero, ¿es bueno el tomate para los perros? Lo explicamos en el siguiente artículo.
¿Los perros pueden comer tomate?
Sí, los perros pueden comer cualquier variedad de tomate y este será bueno para ellos, siempre que demos solo el fruto bien maduro, es decir, cuando está rojo. En todas las partes verdes de la planta del tomate, como las hojas y el tallo, así como en los tomates todavía verdes, se encuentra en elevadas cantidades una sustancia que resulta tóxica para los perros.
Se trata de un glucoalcaloide denominado solanina, también presente en las patatas y también tóxico para las personas. Ambos frutos son de la misma familia, las solanáceas. La solanina se elimina durante el cocinado. Por eso no habría ningún riesgo si lo que queremos es darle a nuestro perro el tomate en salsa.
Cómo saber cuando un tomate es tóxico para un perro
Aunque el tomate es bueno para los perros, si consumen tomates verdes o partes verdes de la planta en las que se concentra la solanina, podrían presentar problemas a nivel digestivo. Por ejemplo, flatulencias, diarrea o vómitos. Si lo que se produce es una intoxicación, los signos clínicos serán más graves e incluirán descoordinación, convulsiones, dilatación de las pupilas, debilidad, hipersalivación, cambios en el comportamiento o letargo.
Habrá que consultar de inmediato con el veterinario. En casos en los que observamos que el perro ha ingerido una pequeña cantidad de tomate verde o algún fragmento de la planta, debemos observarlo por si le produce o no algún efecto, lo que dependerá de la tolerancia de cada perro. Vigila, por lo tanto, el acceso de los perros a tomateras o a tomates todavía verdes que pudieras tener en maceteros, huertos o en la despensa.
De todas formas, para que se produzca una intoxicación por tomate en perros deberían ingerirse grandes cantidades del fruto. Por lo tanto, es prácticamente imposible que un perro se coma tantos tomates de una vez. En cualquier caso, con el tratamiento del veterinario el pronóstico suele ser bueno. No hay ningún antídoto, el tratamiento es de soporte.
El tomate, alimento saludable para los perros
El tomate es un fruto rico en agua, minerales y vitaminas como la C, la B y la A. Entre sus efectos se encontraría el mantenimiento del buen funcionamiento del sistema inmune y la lucha contra el envejecimiento. Además, su contenido en agua favorece la hidratación, el funcionamiento de los riñones y la eliminación de orina.
Este gran aporte de agua, junto a la cantidad de fibra que los tomates incorporan a la dieta, ayudan a un correcto tránsito intestinal. Por eso será bueno el tomate para los perros que sufren de estreñimiento leve o presentan dificultades para defecar.
¿Cuanto tomate puede comer un perro?
En las dietas caseras para perros las cantidades de tomate que se pueden añadir a cada receta serán las que indique el profesional experto en nutrición. Los perros, aunque funcionan como omnívoros, lo cierto es que son carnívoros. Como tales, deben basar su alimentación en la proteína de origen animal procedente de la carne o del pescado.
El tomate puede ofrecerse a modo de complemento de la dieta comercial o de premio, si al perro le gusta, y sin superar el 10 % de su ración diaria. Por lo tanto, se lo podremos dar de vez en cuando. Comienza ofreciendo una pequeña cantidad para ver cómo reacciona tu perro.
Aunque el tomate sea bueno para él, a algunos ejemplares puede sentarles mal. La primera vez no le des más que uno o dos trozos, cuyo tamaño debe ser proporcional al del perro. Si utilizas tomates tipo cherry puedes darle a tu perro uno o dos como premio ocasional.
Así debemos preparar el tomate para perros
El tomate puede ofrecerse directamente al perro en crudo, maduro para evitar problemas con la solanina, cortado en trozos, sin semillas y siempre bien lavado con agua para eliminar cualquier resto de pesticidas. Si detectas alguna parte de color verde o el tallo, asegúrate de retirarlos bien. También puede ofrecerse cocinado, aunque en crudo será como mejor se aprovechen sus propiedades nutricionales.
Existe otra alternativa, que es añadirlo al plato del perro a modo de salsa, por ejemplo si le ofrecemos alguna carne, un arroz o una pasta. En este caso es mejor que se trate de una salsa natural y hecha en casa, ya que las comerciales suelen contener azúcar, sal o determinados condimentos que resultan ingredientes totalmente desaconsejados para la dieta de un perro, además de conservantes o aditivos poco recomendables.
Lee siempre con atención la etiqueta antes de darle una salsa de tomate comprada a tu perro. Lo mismo sucede con el tomate enlatado. De escoger esta presentación debemos asegurarnos de que solo lleva tomate. Otra forma de incorporarlo a un plato es rallándolo o triturándolo o incluso puedes preparar una sopa casera de tomate. Si le gusta es una buena manera de aumentar su consumo de agua, aunque no hay que excederse en la cantidad de tomate.