¿Pueden comer Patatas los perros?

Las patatas y los boniatos son tubérculos comunes en nuestras dietas. Destacan por su contenido en hidratos de carbono y su versatilidad para incluirse en diferentes platos. Pero, ¿pueden los perros comer patatas y boniatos? Te lo explicamos a continuación.

¿Los perros pueden comer patata o boniato?

La respuesta a esta pregunta es afirmativa, es decir, sí, los perros pueden comer patatas y boniatos, siempre como parte de una dieta equilibrada o, por ejemplo, dentro de una dieta de eliminación. Estas son las que se dan a perros de los que se sospecha que sufren una alergia alimentaria.

Necesitan alimentos que no hayan probado con anterioridad y sobre todo la patata suele estar entre los elegidos. Pero, aunque es probable que a los perros les agrade su sabor, no pueden comer estos tubérculos como base de su alimentación ni en exceso. Y por su composición nutricional son alimentos más recomendables para ejemplares en crecimiento, convalecientes o que gasten mucha energía.

De todas formas, nunca hay que dar estos alimentos en grandes cantidades y, aunque sean aptos para los perros, conviene que la primera vez se les ofrezca una pequeña cantidad. A algunos ejemplares podrían sentarles mal. Por eso, tras la ingesta, vigila que no se produzca ninguna reacción adversa. En ese caso, podrás dar más en otra ocasión.

Propiedades nutritivas del boniato

Es básico saber también cuáles son sus propiedades nutricionales, es decir, qué beneficios le va a aportar a nuestro perro su consumo. Así, el boniato es un tubérculo bajo en grasas y rico en vitaminas del grupo B, A, C y E, lo que lo convierte en un buen antioxidante.

Esto significa que ayuda a combatir los radicales libres y, en consecuencia, el envejecimiento de las células. También contiene minerales tan importantes para el organismo, como el potasio, el fósforo o el hierro. Por otra parte, destaca su contenido en hidratos de carbono, lo que hay que tener en cuenta por la cantidad de energía que proporciona.

Los perros no necesitan tantos carbohidratos como nosotros y, además, un exceso podría tener como resultado un desequilibrio en la dieta. Si el perro consume mucha patata o boniato, comerá menos cantidad de otros alimentos imprescindibles para su salud. Otra consecuencia podría ser el sobrepeso.

Propiedades nutritivas de las patatas

Las patatas son ricas en hidratos de carbono, al igual que los boniatos. También destacan en vitaminas como la C o la B y en minerales como el magnesio y el hierro. Como vemos, su composición es similar a la de los boniatos, por lo que sus ventajas y beneficios son parecidos.

Básicamente, hay que tener cuidado con su exceso, ya que aportan carbohidratos que, en demasiada cantidad o frecuencia, pueden resultar perjudiciales para nuestro perro. Por eso es mejor evitarlos en animales con sobrepeso, diabetes o muy sedentarios.

¿Pueden los perros comer patatas a diario?

No hay que olvidar que los perros funcionan como omnívoros gracias a la domesticación, pero son carnívoros, por lo que su dieta debe basarse en las proteínas de origen animal procedentes de la carne y del pescado.

Esto quiere decir que los tubérculos pueden formar parte de su menú, pero como acompañamiento al ingrediente principal, ya sea carne o pescado, y no a diario. Es importante controlar la cantidad, ya que aportan hidratos de carbono que podrían favorecer el sobrepeso y la obesidad, sobre todo en ejemplares que ya tienen unos kilos de más.

Por todo esto las patatas o los boniatos pueden incluirse de forma ocasional en la dieta del perro, por ejemplo si le ofrecemos comida casera. Recuerda que si optas por este tipo de alimentación es un experto en nutrición canina quien debe confeccionar un menú equilibrado según las características de tu animal. También puedes darlos como premio, por ejemplo, ofrécele a tu perro unos chips de boniato.

Cómo dar patata o boniato a un perro

Una vez sabemos que pueden los perros comer patatas y boniatos, la siguiente cuestión es cómo podemos preparar estos productos para ofrecérselos y que los acepte de buen grado. El primer paso es pelarlos y, después, siempre hay que cocinarlos. Las patatas crudas no se les pueden dar a los perros, pues contienen solanina. Los boniatos dioscorina.

Estas sustancias pueden resultar tóxicas para los perros y se eliminan con el cocinado. Tanto las patatas como los boniatos pueden servirse cocidos u horneados. No añadas sal, ya que no es recomendable para los perros, ni ninguna salsa. Sí puedes rociar los tubérculos con un chorrito de aceite de oliva. Te lo detallamos:

  • Corta los tubérculos en bastones o dados y ponlos en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Rocíalos con aceite de oliva y hornéalos a unos 200 ºC hasta que estén tiernos.
  • Si lo que prefieres es cocerlos, igualmente debes pelarlos y cortarlos en trozos, mejor del mismo tamaño para que la cocción sea uniforme. Ponlos en agua hirviendo durante unos 20 minutos hasta que al pincharlos estén tiernos.

Otra opción es convertirlos en puré, una alternativa ideal para perros con problemas de masticación o convalecientes. Recordemos que la patata cocida es uno de los alimentos que se pueden incluir en dietas blandas. Estas dietas son las que se ofrecen a los perros que se están recuperando de problemas digestivos. La patata se puede mezclar, por ejemplo, con pollo cocido.