El perro de raza Galgo Afgano es, sin lugar a dudas, uno de los lebreles más elegantes del mundo del perro. Un perro de marcado carácter, independiente y que requiere de mucho trabajo para el mantenimiento del pelo.
Origen del Galgo Afgano
No se sabe a ciencia cierta cuándo apareció el galgo afgano, ya que es una de las razas de perros con mayor antigüedad. Se cuenta que fue uno de los perros elegidos por Noe cuando sucedió el gran diluvio, aunque esto no son más que conjeturas.
Hablamos de un perro de caza que tiene sus orígenes en Afganistán. Se comenta que a finales del siglo X, el gobernador Turco fue atacado por enemigos de la India y que fueron sus Galgos Afganos quienes lo defendieron y evitaron su muerte. Cuando este gobernador se convirtió en Sultán, proclamó a los Galgos Afganos como una raza sagrada.
También se habla de que, en realidad, los Galgos Afganos vienen de Persia y que su manto largo se debe a las inclemencias del tiempo. Algunos consideran que fueron cruzados con salukis y perros de mayor manto como los Spitz.
Entre las personas que han investigado esta raza, encontramos a un hombre llamado Jacson Sandford y que estableció su teoría sobre un manuscrito chino en el que se encuentran indicios que muestran que el Galgo Afgano es descendiente de perros que vivían en estepas asiáticas. Es por ello que se piensa que esta raza llegó a Afganistán por el siglo II a.C, de la mano de unos nómadas del norte de China. Esta teoría quedó descartada porque en el manuscrito describe ciertos perros que más tienen que ver con el dogo del tíbet que con los lebreles de los que hablamos.
Existen diferentes teorías sobre la aparición de la raza en el mundo, pero ninguna se puede comprobar a ciencia cierta. Los primeros datos registrados que aparecen sobre la raza se realizan en el siglo XIX y es en el año 1813 cuando se ve por primera vez una ilustración en papel.
No fue hasta más de un siglo después, en la década de los años 20 del siglo pasado, que los primeros perros de Galgo Afgano llegan a Gran Bretaña y no fue reconocido por el Kennel Club INglés hasta el año 1926.
Así es un auténtico Galgo Afgano
Encontramos al Galgo Afgano dentro del grupo 10 de la FCI (lebreles) y en la sección 1 (lebreles de pelo largo u ondulado). Un perro elegante, con una impresión de fuerza y nobleza y que porta su cabeza en alto con orgullo.
Su cráneo es largo, sin ser demasiado estrecho y cubierto con un mechón de pelo largo. La trufa de color negro, aunque puede ser hígado en ejemplares con pelaje claro. Su hocico tiene que ser largo y las mandíbulas poderosas con mordida en tijera, aunque también se permite la mordida en pinza si ésta es borde con borde.
Se prefiere que los ojos sean de color oscuro, aunque no son excluyentes los de color dorado y con una forma triangulares. Sus orejas son de inserción baja y cubiertas de un pelo largo sedoso. Cuenta con un cuello fuerte y largo que sostiene el porte orgulloso de la cabeza.
En cuanto al cuerpo, su espalda debe ser recta, el lomo amplio y más bien corto, su grupa desciende levemente hacia la cola y el pecho es profundo. La cola de largo medio, inserción baja y formando un aro en su extremo. Su movimiento es elástico y fluido, teniendo un estilo muy distinguido.
Se admiten todos los colores pero hay que tener muy en cuenta que las manchas blancas en cabeza o cuello no son nada deseables. En cuanto al tamaño en esta raza, el estándar no fija un peso pero sí una altura. Ésta debe estar comprendida en 68 a 74 cm en machos y 63 a 69 cm en las hembras.
¿Qué carácter tiene un Galgo Afgano?
“Independiente, aristocrático, orgulloso y digno. Es un perro tranquilo dentro de casa, pero alerta y activo en el exterior. Tiene un gran instinto de caza y por ello sale siempre en persecución de animales u objetos que se mueven velozmente.” Cristina es criadora de Galgo Afgano desde hace unos 10 años con el afijo “Marlato” y nos cuenta qué carácter tiene que tener un Galgo Afgano.
“Hay que tener en cuenta que, aunque es un perro, no es para nada faldero. Aunque es complaciente con sus amos, no se muestra nada servil. Es un perro que no acostumbra a ladrar pero sí se mantiene firme en caso de necesitarlo. Los machos suelen ser algo más dominantes que las hembras aunque no es una actitud común en todos los ejemplares.”
Cristina nos cuenta que ella no considera al Galgo Afgano como un perro perfecto para familias. “Hablamos de un perro que es bastante distante y que no le gusta que le traten con mucha familiaridad. Siempre será él quien decida cuándo y con quién pasar un momento. Si los niños no lo molestan, puede existir una buena relación, pero por norma, estos perros son aconsejables cuando los niños de la casa ya tienen cierta edad.”
Enfermedades más comunes en el Galgo Afgano
Enfermedades que podemos encontrar en el Galgo Afgano son las siguientes:
- Cataratas
- Displasia
- Hipotiroidismo
- Distrofia Corneal
- Sarna demodética
- Glaucoma
- Atrofia progresiva de retina
- Displasia de retina
Cuidados que tenemos que tener con la raza
Es muy importante cepillar de manera continua a tu Galgo Afgano ya que sólo de esta manera conseguiremos un pelo sedoso y sin enredos. Desde la peluquería canina Groomerland nos comentan:
“Acicalar a un galgo Afgano es realmente laborioso. Hay que dar varios baños seguidos, siendo el primero con un buen champú para quitar bien la suciedad y después aplicar acondicionadores para hidratar muy bien el pelo y que éste quede sedoso. Hacer un perro de esta raza y prepararlo para exposición, puede llevar más de 5 horas. Hay que pensar que hay que realizar el corte correcto, cepillar cada mechón de pelo junto al secador y realizar la técnica de stripping en la zona del lomo.”
Además, también es importante vigilar las orejas y la cantidad de cerumen que producen. La alimentación también es un factor importante y dar un alimento que cubra sus necesidades. Tampoco hay que olvidar el ejercicio y es que esta raza necesita mucho movimiento para poder estar en forma y ser feliz.
¿Dónde adoptar un Galgo Afgano?
Es muy complicado encontrar un perro de esta raza para adoptar. Debes buscar en las diferentes protectoras que se encuentran en España para poder dar con uno. Por norma, suelen ser los mismos propietarios quienes buscan a la persona idónea cuando ya no pueden hacerse cargo de su perro. Cómo alternativa, podemos consultar en la asociación sin ánimo de lucro SOS Galgos.