A la miel se asocian un buen número de propiedades que la ponen en valor a nivel nutricional, pero también como base de distintos remedios caseros. Si eres aficionado a este producto seguro que te preguntas: ¿puedo darle miel a mi perro? Lo respondemos a continuación.
¿Pueden comer miel los perros?
La miel es un producto elaborado por las abejas a partir del néctar de las flores o de las secreciones de plantas o de árboles. Los perros pueden consumirlo, aunque unos tipos de miel son más recomendables que otros. Suele resultarles atractiva por su textura y sabor dulce.
Lo aconsejable es optar por una miel natural y ecológica antes que por una envasada de forma industrial, que suelen someterse a distintos procesos que alteran sus propiedades. Pero, aunque puedes darle miel a tu perro, es mejor que la evites o, al menos, consultes con el veterinario si tu perro padece diabetes. Se absorbe con más lentitud que el azúcar, pero supone una gran cantidad de hidratos de carbono sencillos, que, en consecuencia, se van a descomponer rápidamente.
En estos perros sí puede ser adecuado ofrecer una pequeña cantidad de miel si están sufriendo una hipoglucemia, es decir, una bajada de azúcar en sangre. Al igual que en caso de diabetes, la miel no es el alimento más adecuado para perros con sobrepeso, obesidad o tendencia a engordar. Es aconsejable consultar al veterinario antes de darle miel a nuestro perro si presenta alguna otra enfermedad.
Beneficios de la miel en la alimentación del perro
Aunque hablamos de miel en general, la realidad es que hay tipos diferentes de mieles, cada una con sus propiedades características. La mejor miel que le puedes dar a tu perro siempre va a ser la natural y ecológica, recogida y envasada sin someterla a ningún procesamiento.
Para que sepamos cómo identificar una miel de calidad podemos fijarnos en su textura. La miel que se mantiene siempre líquida, con independencia de la temperatura, ha sido procesada. Al contrario, si cristaliza con el frío, será totalmente natural y, por supuesto, se tratará de miel pura, sin la adición de ningún tipo de aditivo o azúcar.
Esta miel contará con propiedades calmantes, relajantes, antiinflamatorios, antioxidantes, antisépticos, antimicrobianos y cicatrizantes. Estas propiedades fundamentales de la miel van a ser básicamente las mismas para todas las variedades. En la composición de la miel destacamos los aspectos:
- Es una buena fuente de energía que, además, se absorbe lentamente, ya que contiene azúcares naturales como la fructosa y la glucosa. Suma unas 300 calorías por cada 100 gramos.
- Aporta minerales como el fósforo, el magnesio, el calcio, el potasio o el sodio.
- También contiene vitaminas, siendo la más relevante la C, aunque destacan otras del grupo B.
¿Qué tipo miel es buena para un perro?
Las diferentes variedades de miel dependen de las flores, plantas o árboles de los que las abejas toman los néctares y las secreciones vegetales. De ahí que encontremos miel de flores, de acacia, de roble, etc. Mientras sean naturales pueden ser perfectamente aptas para los perros y cada una les aportará sus propiedades. Por lo tanto, puedes darle miel a tu perro de cualquier variedad.
¿Cuánta miel puedo darle a mi perro?
Puedes darle miel a tu perro a razón de 1-2 cucharaditas de vez en cuando. Sería un complemento o un premio dentro de una dieta equilibrada, de ahí que la cantidad tenga que ser pequeña. Se la puedes dar directamente o diluida en agua. De todas formas, déjate aconsejar por el veterinario para el caso particular de tu perro.
Además, que un alimento se considere apto para una especie no implica que a todos los individuos les siente bien. Por eso lo mejor es que ofrezcas una pequeña cantidad y esperes, antes de repetirla, a ver si tu perro manifiesta o no alguna reacción adversa. De ser el caso, no vuelvas a darle miel. Pueden vivir perfectamente sin ella. Algunos perros podrían presentar una reacción alérgica.
Usos de la miel en los perros
Recordando los beneficios que tiene, puedes darle miel a tu perro como premio, pero, también, utilizarla con varios objetivos, incluyendo el tratamiento de distintos trastornos de su salud. Repasamos los más notables, aunque siempre deben ser aprobados por el veterinario:
- Fortalecimiento de perros debilitados, con poco apetito, ejemplares de edad avanzada o con alguna enfermedad.
- Calma, desinflama y desinfecta las vías respiratorias, por ejemplo cuando los perros tienen tos o cualquier afección en la garganta.
- Contribuye a la recuperación de heridas o quemaduras leves cuando se aplica sobre ellas, pero hay que impedir que el perro se lama.
- Combate el estreñimiento, gracias a su efecto laxante puede facilitar la evacuación. Al ser prebiótico también ayuda a equilibrar la flora intestinal, mejorando su funcionamiento.